Incapacidad jurídica
El mero hecho de plantear la posibilidad de que alguien de su familia quede incapacitado mental o físicamente suele ser difícil. Tendemos a pensar que sólo las personas muy mayores necesitan cuidados prácticos a largo plazo, pero un informe reciente de la Alzheimer’s Association reveló que uno de cada nueve estadounidenses de 65 años o más padece Alzheimer en la actualidad. Con el envejecimiento de la generación del baby boom y una vida más larga, esa cifra podría casi triplicarse en 2050. Por supuesto, la demencia no es la única causa de cuidados de larga duración, pero casi todo el mundo conoce a alguien que ya la padece.
Esperar demasiado para planificar puede sumir a la familia en la confusión sobre lo que querría mamá o papá, qué opciones hay disponibles y qué recursos pueden ayudar a pagar los cuidados. Las decisiones precipitadas suelen ser las más costosas. Tener el valor de discutir ahora la posibilidad de una incapacidad puede ayudar mucho a estar preparados si llega ese momento. Por cierto, como cualquiera puede quedar incapacitado en cualquier momento por enfermedad o accidente, toda la familia se beneficiaría de una planificación para cada uno de sus miembros.
¿Qué significa que una persona está incapacitada?
Un poder notarial es uno de los documentos más importantes de planificación patrimonial, pero cuando se nombra a un hermano en un poder notarial, existe la posibilidad de que surjan disputas con otros hermanos. Un poder notarial (POA, por sus siglas en inglés) permite a una persona nombrar a otra -un “apoderado” o “agente”- para que actúe en su lugar -el “poderdante”- si el poderdante queda incapacitado.
Hay dos tipos de poderes: financieros y médicos. Los poderes financieros suelen incluir el derecho a abrir cuentas bancarias, retirar fondos de cuentas bancarias, negociar acciones, pagar facturas y cobrar cheques. También pueden incluir el derecho a hacer regalos. Los poderes médicos permiten al agente tomar decisiones sobre la atención sanitaria. En todas estas tareas, el apoderado debe actuar en interés del poderdante. El documento de poder explica las obligaciones específicas del agente. Cuando uno de los padres nombra a uno solo de sus hijos como apoderado en virtud de un poder notarial, pueden surgir malos sentimientos y desconfianza. Si está tratando con un hermano que ha sido nombrado agente en virtud de un poder notarial o si usted ha sido nombrado agente en virtud de un poder notarial sobre sus hermanos, las siguientes son algunas cosas que debe tener en cuenta:
Cómo demostrar la incapacidad mental
En este caso, podríamos plantearnos si María tiene capacidad para decidir si necesita o no acudir al médico. Es especialmente importante hacerlo si María ha mostrado signos de problemas de memoria o pensamiento, o si se le ha diagnosticado una demencia como el Alzheimer.
A veces se da por sentado que la capacidad de decisión es una habilidad del tipo “todo o nada”: o se tiene o no se tiene. A veces se plantea si una persona es “competente” o “incompetente” para gestionar sus asuntos. (Más adelante encontrará más información sobre capacidad y competencia).
¿Por qué es importante? Bueno, algunas decisiones son complejas y requieren que una persona considere y sopese múltiples elementos de información. Por ejemplo, la decisión de vender una casa, que puede implicar la consideración de consecuencias fiscales y patrimoniales, suele ser bastante compleja.
En comparación, algunas decisiones pueden ser relativamente sencillas. Por esta razón, es posible que una persona carezca de capacidad para tomar ciertos tipos de decisiones y que, al mismo tiempo, conserve la capacidad para tomar decisiones más sencillas.
¿Puede un médico declarar a alguien incapacitado
Si alguien realmente no puede gestionar sus propios asuntos, usted puede encargarse de gestionarlos por él. Normalmente se le supervisará cuidadosamente para asegurarse de que actúa siempre en el mejor interés de la persona, y se le restringirán los tipos de decisiones financieras que puede tomar.
Todo el mundo debería tener derecho a tomar decisiones sobre su propia vida. Pero a veces las lesiones, enfermedades o discapacidades pueden afectar a la comprensión y capacidad de alguien para tomar buenas decisiones. Esto puede ser sólo por poco tiempo o puede ser permanente.
En general, a menos que se trate de una persona con capacidad mental que le autorice a actuar en su nombre mediante un poder notarial, usted sólo puede hacerse cargo de la gestión de los asuntos de otra persona si ésta ha perdido la capacidad mental. Por tanto, lo primero que hay que hacer es comprobar si este es el caso o no.
En Inglaterra y Gales, la ley en la que se basa la evaluación de la capacidad mental es la Mental Capacity Act (2005), que establece que, para decidir si alguien es incapaz de tomar una decisión, deben tenerse en cuenta los cuatro factores siguientes: